Am 3:7 "Lo cierto es que nada hace el Señor sin antes revelarlo a sus siervos los profetas".
Cuando Dios decide revelar algo nuevo a la humanidad, escoge un individuo, un mensajero.
Le comunica el mensaje usando el método de { Imágenes en Palabras }, dibujando una imagen bien clara de su plan.
El mensajero consciente de la seriedad del contenido de toda aquella información divina, toma posesión del mensaje y lo graba escribiendo la visión en las tablas de su corazón, que es su mente consciente y subconsciente.
Así es como aquel mensajero se adueña y se responsabiliza para llevar a cabo tan importante tarea: la de ser portavoz de noticias de contenido divino para la humanidad.
El secreto del éxito de este mensajero consiste en su entrega total; aquí no existe lugar para agendas personales o distracciones de otra índole.
Por eso podemos ver el nivel de intensidad y pasión que existe en los mensajeros del Señor, hecho que los motiva de una manera única: apoderarse de aquel mensaje con todas las fuerzas de su existencia, en espíritu, alma, cuerpo, mente, corazón, emociones y pasión.
¿Por qué digo esto, de esta manera tan extrema?
Si el mensajero no logra captar el mensaje divino, lamentablemente será un fracaso total.
Por eso el Señor elige al hombre o la mujer indicado/a para tal tarea.
Dios no comete errores, Él nos escoge desde el vientre de nuestra madre para llevar a cabo sus planes tal como Él lo desea.
Cuando el Señor hace el llamado, es tan poderoso que marca por completo a esa persona para siempre.
Este es un evento que trasciende dimensiones, ya que el Señor mismo es quien le mostrará la Imagen de lo que sucederá en el futuro de tal manera que aquella visión quedará grabada en su totalidad en espíritu, alma, mente y corazón del mensajero/a, y así esta persona podrá declarar tal mensaje con fe, convicción, emoción y pasión de todo su ser, espíritu, alma y cuerpo por el resto de sus días en esta dimensión.
Dios sabe exactamente cómo somos nosotros; él nos hizo y nos conoce a la perfección.
Él sabe que nosotros entendemos IMÁGENES mejor que otra cosa, y por eso usa este método de comunicación.
El dicho popular dice que "una fotografía habla mas que 10,000 palabras".
En esto consiste la efectividad del mensajero.
Por eso es que podemos ver que, a lo largo de los siglos, la gran mayoría de los mensajeros del Señor prefirieron entregar su vida en esta dimensión antes que comprometer el mensaje divino, pues estaban completamente convencidos de que lo que declaraban procedía de Dios mismo.
Este hecho y verdad tan profundos los llevó a todos ellos a dar mayor valor e importancia a su misión y llamado que a sus propios intereses.
La diferencia entre lo genuino y lo falso siempre ha sido lo siguiente: lo genuino perdura para siempre, mientras que lo falso es desacreditado por la verdad con el paso del tiempo.
Enseguida te presentaré algunos ejemplos, extraídos de la Sagrada Escritura.
Nota: el contenido de este libro no trata sobre estos grandes héroes de la fe, ni tampoco sobre los ejemplos seculares que mostraré.
Motivado por mi amor y pasión por Jesucristo, y por el anhelo de transmitirlo, el propósito de esta obra es ser una bendición para todos los que lean estas palabras.
La única satisfacción que busco es que tu vida sea bendecida y transformada por tu entrega total a Jesucristo, mi Señor y Salvador.

Noé - Profeta pregonero de justicia
Noé tuvo la habilidad y bendición de llevar a cabo algo nunca visto antes en el mundo, cuando construyó la primera embarcación en la historia de la humanidad.
Lo hizo de acuerdo con la información recibida y con todos los detalles, sin errores.
¿Por qué digo que fue sin errores?
Porque si la información que le fue dada hubiera contenido errores, no habría podido sobrevivir el diluvio junto con su familia.
Todo esto fue posible debido a que tuvo la capacidad de entender este tipo de comunicación, que le fuera dada por revelación divina, usando solamente { Imágenes en Palabras } para compartir este tipo de instrucciones, solo apto para mentes renovadas, disciplinadas y entrenadas.

José - Patriarca vidente
José logró salvar a su familia, su descendencia, la nación de Egipto y sus alrededores, de una muerte lenta, debido a la hambruna que los atacó sin misericordia en aquellos días.

Porque tuvo la habilidad de entender e interpretar las visiones divinas dadas al Faraón, que consistían en una serie de { Imágenes en Palabras } reveladas mediante sueños nocturnos.
José tenía la bendición del don y entendimiento bien ejercitado para este tipo de comunicación.
Por eso es que tuvo la capacidad de lograr lo que ninguno de los consejeros del Faraón en la corte real pudo; sacerdotes, astrólogos, adivinos, hechiceros, magos y contemporáneos, ninguno de ellos pudo hacerlo.