El ministerio pastoral: Cómo pastorear bíblicamente

El ministerio pastoral: Cómo pastorear bíblicamente

by John MacArthur
El ministerio pastoral: Cómo pastorear bíblicamente

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by John MacArthur

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Overview

Si está tratando de condensar el ministerio pastoral en un volumen, ¡aquí lo tiene!
Alentador, perspicaz y desafiante, El ministerio pastoral está diseñado para una nueva generación de pastores que tratan de dirigir con la pasión de los apóstoles. Escrito por MacArthur y sus colegas en The Master's Seminary, esta guía bosqueja las prioridades bíblicas esenciales para un ministerio eficaz.

Otros colaboradores incluyen a: Richard L. Mayhue, James F. Stitzinger, Alex D. Montoya, James M. George, Irvin A. Busenitz, James E. Rosscup, Donard G. McDougall, Robert L. Thomas, David C. Deuel, George J. Zemek y S. Lance Quinn.

If you are looking to sum up pastoral ministry in a 1-volume book, this is it!

Encouraging, insightful, and challenging, El ministerio pastoral is designed for a new generation of shepherds who seek to lead with the passion of the apostles. Written by MacArthur and his colleagues at The Master's Seminary, this guide outlines the biblical priorities essential to effective ministry.

Other contributors include: Richard L. Mayhue, James F. Stitzinger, Alex D. Montoya, James M. George, Irvin A. Busenitz, James E. Rosscup, Donard G. McDougall, Robert L. Thomas, David C. Deuel, George J. Zemek, and S. Lance Quinn.


Product Details

ISBN-13: 9781400243952
Publisher: Grupo Nelson
Publication date: 12/27/2022
Pages: 496
Product dimensions: 6.05(w) x 9.25(h) x 1.65(d)
Language: Spanish

About the Author

Dr. John MacArthur es un reconocido líder cristiano a nivel internacional. Es pastor y maestro de Grace Community Church en Sun Valley, California. Siguiendo los pasos de su padre, el doctor Jack MacArthur, John representa cinco generaciones consecutivas de pastores en su familia. El doctor MacArthur también es presidente de The Master’s College and Seminary y se le escucha diariamente en «Gracia a Vosotros», una transmisión radial distribuida a nivel internacional. Él ha escrito y editado muchos libros, incluyendo el ganador del premio Medallón de Oro, La Biblia de Estudio MacArthur. Una de sus obras recientes es Jesús al descubierto.

Read an Excerpt

El Ministerio Pastoral

Cómo Pastorear Bíblicamente
By John MacArthur

Grupo Nelson

Copyright © 2009 Grupo Nelson
All right reserved.

ISBN: 978-1-60255-299-9


Chapter One

El redescubrimiento del Ministerio Pastoral

Richard L. Mayhue

Los cambios que comienzan a verse podrían marcar distintivamente a la iglesia del siglo XXI. Un número creciente de evangélicos respetados creen que la presente dirección de la iglesia hacia ser menos bíblica y más aceptable entre los hombres la llevará a ser finalmente una iglesia condenada por Cristo. Utilizando la Escritura para responder a las preguntas: «¿Qué debe ser y hacer un pastor?» y «¿Cómo puede formarse el ministerio contemporáneo con mandatos bíblicos?» la iglesia puede realinearse obedientemente según los propósitos de Dios revelados para la novia de Cristo. De esta forma es posible alcanzar un balance bíblico, una relación complementaria entre el entendimiento de la voluntad de Dios para la iglesia, la ocupación en el ministerio pastoral conforme la Escritura la define, y la preparación de una nueva generación de pastores que ministren como lo establece la Palabra de Dios.

Encrucijadas. Transición. Crisis. Incertidumbre. Desasosiego. Estas palabras expresan la percepción de muchos evangélicos respecto a la situación de la iglesia y el ministerio pastoral. Pocos discrepan en que ha venido un llamado a la iglesia evangélica a que se reoriente en este recién estrenado siglo XXI.

Por ejemplo, consideremos la investigación que llevó a cabo John Seel el año 1992 de veinticinco líderes evangélicos prominentes. Los líderes expresaron sus perspectivas sobre el estado general del evangelicalismo al final del siglo XX. De sus respuestas emergieron ocho temas dominantes:

1. Identidad incierta: una amplia confusión sobre lo que define aun evangélico.

2. Desencanto institucional: un percibido ministerio inefectivo e irrelevante.

3. Falta de liderazgo: un lamento por la insuficiencia de liderazgo en la iglesia.

4. Pesimismo acerca del futuro: una creencia de que el evangelicalismo cuelga en la balanza.

5. Crecimiento en número, descenso de impacto: una confusa paradoja sin claras explicaciones inmediatas.

6. Aislamiento cultural: la era postcristiana ha llegado por completo.

7. La respuesta política y metodológica proporciona la solución: están emergiendo aproximaciones no bíblicas al ministerio.

8. Cambio desde una orientación basada en la verdad a un ministerio según las necesidades y respuestas de mercado: una reorientación de la preocupación por lo eterno a una preocupación por lo temporal en un esfuerzo por ser visto como relevante.

Reconocemos estas alarmantes tendencias, creyendo que las decisiones tomadas en la última década reformarán por mucho la iglesia evangélica americana del siglo XXI. De modo que la dirección futura de la iglesia contemporánea es una consideración legítima y preeminente. Es incuestionable que la iglesia de finales del siglo XX se enfrentó a un momento determinante. El contraste real entre los modelos de ministerio que compiten no es el tradicional contra el contemporáneo, antes bien el bíblico comparado con el no-bíblico.

El momento de la decisión

Habiendo llegado a la proverbial «bifurcación en el camino», los evangélicos deben decidirse entre dos alternativas. La primera es un acercamiento al ministerio que es característicamente pero no necesariamente necesitado de base, centrado en el hombre, llevado por el consumismo y culturalmente definido. Este énfasis en general depende y cambia según las últimas direcciones en psicología y sociología, los males se intentan integrar supuestamente como coiguales con la Escritura y proporcionan un ministerio científicamente validado, relevante para la atmósfera contemporánea orientada por los medios de comunicación y computarizadas.

La segunda opción presenta un ministerio centrado, enfocado en Dios, bíblicamente definido y que da la prioridad a las Escrituras. En este libro abogamos por el segundo modelo, el cual acude a la suficiencia de las Escrituras como la revelación de las obras del pasado, del presente y del futuro de Dios Padre, Hijo, y Espíritu Santo, que tiene la mayor relevancia ahora y siempre. La iglesia tiene que acudir a las Escrituras y enfrentar el reto de dar forma al ministerio contemporáneo con mandatos bíblicos.

Presumiblemente ningún tiempo en la historia de la iglesia se ha aproximado más estrechamente a los comienzos de la iglesia del primer siglo que el actual. Nuestros hermanos de la antigüedad se enfrentaron a una cultura pagana, precristiana y premoderna. De manera similar, la iglesia contemporánea se encuentra con un mundo pagano, postcristiano y postmoderno. El modelo bíblico esencial de ministerio del primer siglo nunca ha sido más apropiado de lo que esa hora.

El redescubrimiento del Ministerio Pastoral intenta equilibrar las tensiones entre las consideraciones temporales y eternas y entre los factores divinos y humanos en el ministerio. El carácter de Dios, su revelación y su voluntad no han cambiado aunque el tiempo y la cultural o hayan hecho. ¿Cómo puede reconciliar ambos lados un ministerio equilibrado? Razonamos que el que no tiene tiempo debe definir cualquier momento particular en el tiempo, no al revés. Cristo ha sido y seguirá siendo el Príncipe de los pastores (1 P 5.4), el Buen Pastor(Jn 10.11, 14) y el Gran Pastor (He 13.20). Los pastores siempre serán sus subordinados y obreros en la iglesia que Él compró con su sangre preciosa (Hch 20.28) y continúa construyendo (Mt 16.18).

Los pastores asumen una enorme responsabilidad cuando aceptan la inigualable tarea de exhortar y reprobar a favor de Cristo (Tit 1.9). La palabra de Pablo con relación a esta administración es sobria:

Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de los administradores que cada uno sea hallado fiel. Yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros, o por tribunal humano; y ni aun yo me juzgo a mí mismo. Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor. Así que no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios (1 Co 4.1-5).

La iglesia de finales del siglo XX en general, y los pastores en particular, enfrentaban las siguientes preguntas cruciales:

• ¿Qué debe ser y hacer un pastor?

• ¿Cómo debe responder la iglesia a una cultura que cambia tan rápidamente?

• ¿Qué considera Dios relevante?

• ¿Cómo tan preocupado está Cristo con lo tradicional y/o lo contemporáneo?

• ¿Son las Escrituras hoy una base adecuada para el ministerio?

• ¿Cuáles son las prioridades de un pastor?

• ¿Bajo qué autoridad se mantiene el pastor?

• ¿Cómo podemos distinguir entre el pastor llamado por Dios y el falso?

• ¿Quién define la necesidad del ministerio, Dios o el hombre?

• ¿Qué dirección quiere Cristo para su iglesia en el siglo XXI?

Y la principal de todas, cuando estemos ante el Señor de gloria y demos cuenta de nuestra administración, ¿qué diremos? Y, aún más importante, ¿qué dirá Él?

Nos sometemos al hecho de que Dios utilizará su Palabra como la referencia por la que Él elogia o condena nuestra labor en su iglesia. Él no preguntará si un ministro era tradicional o contemporáneo, pero sí preguntará: «¿era bíblico?». Nuestro ministerio estará o bien de acuerdo con su voluntad o en oposición a ella, como lo expresa la Escritura: «Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia; a fin de que el hombre de Dios sea adecuado, completamente equipado para todabuena obra» (2 Ti 3.16-17).

La iglesia en el camino equivocado

Es razonable esperar que, después de dos mil años de existencia, la iglesia sepa y entienda exactamente lo que Dios quería que fuese. No obstante, parece ser que lo verdadero es lo opuesto.

Al parecer, el camino de la religión en la cultura americana se ha convertido en el camino de la iglesia: un camino equivocado. Sheler concluye que la cultura está influyendo en la cristiandad en vez deque la cristiandad influya en la cultura:

Los críticos entre nosotros, y nuestra conciencia interior se preguntan cada vez más si hemos perdido nuestro compás moral y abandonado nuestra herencia espiritual. El profesor de Yale Stephen Carter, en su reciente libro, La cultura de la incredulidad, culpa esta decadencia cultural a lo que él cree ha sido una creciente exclusión de la religión de la vida pública. «Hemos forzado al fiel religioso ... para que actúe como si la fe no importara», argumenta Carter.

Francis Schaeffer llamó a este fenómeno «el gran desastre evangélico». Sucintamente resume la situación:

Aquí está el gran desastre evangélico: el no erguirse el mundo evangélico en defensa de la verdad como verdad. Esto tiene solo un nombre: acomodación: la iglesia evangélica se ha acomodado al espíritu del mundo de esta época. Primero, ha habido un acomodamiento en la Escritura, de manera que muchos que se llaman evangélicos mantienen una perspectiva debilitada de la Biblia y ya no afirman la verdad de todo lo que la Biblia enseña —la verdad no solamente en asuntos religiosos, sino sobre las áreas de la ciencia, la historia y la moralidad—. Como parte de esto, muchos evangélicos están aceptando ahora los métodos de la alta crítica en el estudio de la Biblia. Debemos recordar que fueron estos mismos métodos los que destruyeron la autoridad de la Biblia para la iglesia protestante en Alemania el siglo pasado, y los que han destruido la Biblia para los liberales en nuestro propio país desde comienzos de siglo. Y segundo, ha habido una acomodación en los temas, no tomando posturas claras incluso sobre asuntos de vida y muerte.

Alentadoramente, los años 90 han visto una serie de libros llamando a la iglesia a que vuelva a la primacía de Dios y la Escritura. Advirtieron fuertemente que la iglesia está siendo atrapada lenta pero fijamente por la cultura.

David F. Wells, el profesor «Andrew Mutch» de historia y teología sistemática en el Seminario Teológico Gordon-Conwell recientemente ha escrito un análisis destacado del evangelicalismo americano en los 90. Él apunta:

La desaparición de la teología de la vida de la iglesia y la orquestación de esa desaparición por algunos de los líderes es difícil pasarla por alto hoy en día, pero, extrañamente, no es fácil demostrarla. Es difícil pasar por alto en el mundo evangélico la necia adoración que es tan prevaleciente, por ejemplo, en el cambio de Dios a uno mismo como el enfoque central de la fe, en la psicologizada predicación que sigue a este cambio, en la erosión de su convicción, en su estridente pragmatismo, en su inhabilidad de pensar incisivamente sobre la cultura, en su atracción por lo irracional.

Wells argumenta que fue el influyente y liberal predicador Harry Emerson Fosdick quien popularizó la filosofía de ministerio que coloca las necesidades del hombre por delante de la voluntad de Dios. Traza el linaje hacia Norman Vincent Peale y luego a Robert Schuller. Parece que Schuller ha influenciado significativamente a Bill Hybels, el evangélico actual más visible proponente de la filosofía de ministerio llamada «church the unchurched» [hacer de iglesia a los que no lo son]. En cierto sentido, la filosofía de ministerio de Fosdick ha persistido largo tiempo después de su muerte.

El notable historiador George Marsden advierte a los evangélicos de los abusos del humanismo en la iglesia. Concluye que «en tanto que los fundamentalistas y sus oyentes evangélicos han levantado barreras doctrinales contra el liberalismo teológico, las más sutiles versiones de valores similares pseudo-cristianos se han infiltrado detrás de sus filas».

John MacArthur, Jr., ve la iglesia volviéndose como el mundo. En una moda positivamente provocadora, compara las muchas similitudes entre el declive de la iglesia en Inglaterra durante los días de Spurgeon, hace un siglo, y la vacilante iglesia americana en nuestros días. MacArthur hace notar la senda paralela y común distinción de la muerte espiritual compartida por los modernistas liberales de hace un siglo y por el pragmatismo evangélico de hoy. Ambos tienen una aversión a la doctrina no saludable.

Os Guinness hace un amplio análisis que prueba a la iglesia moderna y a los evangélicos. Incluye The Gravedigger File, No God but God, y Dining with the Devil. [El fenómeno de las Megaiglesias, Terrassa: CLIE 2003]. En estas tres obras escribe sobre la secularización de la iglesia, de la idolatría en la iglesia, y del creciente movimiento moderno en la iglesia, respectivamente.

«¿Vendiendo la Casa de Dios?», una reciente entrevista de Christianity Today a Bill Hybels, ilustra las tensiones existentes en la iglesia actual. Este artículo fue ocasionado por el incremento de preguntas probatorias acerca del estilo y ministerio que los pastores hacían a este altamente visible pastor de iglesia orientado por el consumidor. Muchos temen que si la próxima generación toma el camino por el que ahora viaja Hybels, también llegará al mismo destino que el movimiento modernista llegó antes en este siglo.

Consideremos esta reciente advertencia:

Los pastores y teólogos evangélicos pueden aprender de la experiencia convencional de poner la relevancia por encima de la verdad. Debemos evitar la trampa de lo novedoso y vendible que, se nos dice, hará más fácil que los modernos crean. Los métodos pueden cambiar, pero nunca el mensaje ... Somos llamados a ser fieles administradores de una gran y confiable herencia teológica. Tenemos verdades que afirmar y errores que evitar. No debemos intentar hacer estas verdades más llamativas o amigables diluyéndolas. Debemos guardarnos contra una tendencia de «puenting» que meramente entretiene a la expectante multitud.

Es interesante, pero este claro llamamiento a un ministerio confinado a la Biblia no viene del ala conservadora de la evangelización. Antes bien, es una advertencia a las iglesias evangélicas de uno que intenta traer un reavivamiento dentro de la liberal United Methodist Church. Advierte a la iglesia para que evite en su ministerio la «ruta amigable al usuario» porque su destino es predecible: dentro de una generación, o como mucho dos, las iglesias perderán su dirección y vida espiritual.

Crisis de identidad

En tanto que la iglesia sucumbe a las presiones culturales y sociales, no es de sorprender que los roles pastorales bíblicamente definidos y el contenido de la enseñanza ministerial, orientado con las Escrituras, también haya experimentado un serio desafío.

Identidad pastoral

Esta confusión no es completamente nueva para la iglesia. Ya en el siglo I Pablo se sintió obligado a articular cuidadosamente el rol del pastor. Todas las generaciones subsiguientes han sentido esta tensión con la correspondiente necesidad de reafirmar los absolutos bíblicos del ministerio. Culbertson y Shippee se dan perfecta cuenta de esta tensión:

La teología pastoral es mayormente un campo sin una definición clara: su significado preciso y sus partes componentes parecen variar ampliamente de una denominación a otra y de un seminario a otro. El cómo del cuidado pastoral y los elementos componentes en el proceso de formación del carácter clerical parecen ser igualmente escurridizos. Sin embargo, en los tres campos, los materiales constituyentes parecen ser enseñados bien desde una base estrictamente bíblica, o desde una base de teoría psicológica y sociológica moderna que la iglesia se ha apropiado, o por medio de una combinación de las Escrituras y una introspección científica moderna; pero la enseñanza de la formación pastoral raras veces hace referencia directa a la fascinante historia y tradición de la iglesia primitiva.

H. Richard Niebuhr documenta la confusión que prevaleció a principios y mediados del siglo XX. Thomas Oden actualiza el dilema a los años ochenta. Lamenta que todo el siglo XX haya evidenciado confusion sobre el rol de la iglesia y el pastor. Oden hace un fuerte llamado a volver a las Escrituras para poder entender el oficio y rol pastoral:

La Escritura provee las bases primordiales para entender el oficio pastoral y sus funciones. Trataremos las Escrituras como el libro de la iglesia, más que como el territorio exclusivo del historiador o teórico social. La sabiduría pastoral ha vivido de los textos clave locus classicus que han disfrutado de una rica historia de interpretación mucho antes del advenimiento de la investigación histórica moderna. Estamos libres para aprender ese recurso y utilizarlo sin ser esposados por algunas de sus suposiciones reduccionistas.

(Continues...)



Excerpted from El Ministerio Pastoral by John MacArthur Copyright © 2009 by Grupo Nelson. Excerpted by permission of Grupo Nelson. All rights reserved. No part of this excerpt may be reproduced or reprinted without permission in writing from the publisher.
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Table of Contents

Contents

Prefacio....................9
Introducción....................13
1. El redescubrimiento del Ministerio Pastoral Richard L. Mayhue....................21
2. ¿Qué debe ser y hacer un pastor? John MacArthur, Jr....................39
3. El Ministerio Pastoral en la historia James F. Stitzinger....................57
4. Abordemos el Ministerio Pastoral con las Escrituras Alex D. Montoya....................91
5. El carácter de un pastor John MacArthur, Jr....................117
6. El llamado al ministerio pastoral James M. George....................135
7. Entrenamiento para el ministerio pastoral Irvin A. Busenitz....................151
8. Ordenación para el ministerio pastoral Richard L. Mayhue....................173
9. El hogar del pastor Richard L. Mayhue....................191
10. La vida de oración del pastor: El lado personal James E. Rosscup....................207
11. La vida de oración del pastor: El lado ministerial Donald G. McDougall....................225
12. El estudio del pastor John MacArthur, Jr.,y Robert L. Thomas....................247
13. La compasión del pastor por la gente David C. Deuel....................269
14. La adoración John MacArthur, Jr....................287
15. La predicación John MacArthur, Jr....................307
16. Al modelar George J. Zemek....................321
17. Liderando Alex D. Montoya....................343
18. Ganar almas Alex D. Montoya....................369
19. Discipular S. Lance Quinn....................20. Vigilar y advertir Richard L. Mayhue 21. Observar ordenanzas John MacArthur, Jr....................423
22. Respuestas a preguntas frecuentes John MacArthur, Jr....................441
Lectura adicional....................463
Apéndice 1 Afirmación de convicciones doctrinales....................467
Apéndice 2 Perfil del solicitante para ordenación....................468
Apéndice 3 Ordenación: Preguntas globales....................471
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