Dora es de la bella ciudad de Chicago en el estado de Illinois. Actualmente reside en el estado de Florida junto a su esposo. Son padres de un hijo casado, y son orgullosamente abuelos de dos preciosidades. Como abuela, Dora le encanta jugar, cantar, y festejar a sus nietos. Dora fue criada en la iglesia y ha disfrutado de las bendiciones que Dios le ha placido darle. Ha soportado mucho en su jornada “vida”. Por lo tanto nacio este proyecto para ayudar en el liderazgo y servicio dentro de la iglesia. Dios es un Dios de amor y su bondad dura por toda una eternidad. Aunque su palabra nos instruye a que os ameis los unos a los otros, hay la tendencia de olvidar o ignorar ese mandamiento. La iglesia es las manos y los pies de Cristo. Manos para cuidar, amar y ayudar al necesitado. Los pies para caminar el camino largo con aquel que fuerzas ya no tiene. Pero así mismo esas manos tienden a ser débiles y los pies patear al derribado. Solo por la gracia de Dios estamos en pie y agarrados firmes. La palabra nos dice en Salmos 147: 3, 5, 6 - “El sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas. Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; Jehovah exalta a los humildes, y humilla a los impíos hasta la tierra” (RVR)


Dora es una adoradora y seminarista. Con los años Dios ha desarrollado varios talentos en ella. Los regalos recibidos no son para guardarlos, sino para compartir. Así es el corazón de Dora y sus regalos los esta desenvolviendo para compartir contigo.